«Es un insulto que alguien te diga que solo usas una parte del cerebro».
Osman Salazar, neurocirujano.
Una vez tuve un jefe que cuando se comunicaba conmigo y algunos compañeros, lo hacía hablándole a mi cerebro derecho.
O eso decía él.
Nos mandaba música por email, nos llevaba a pasear al exterior para resolver dudas laborales mientras observábamos el paisaje, nos íbamos a desayunar para buscar soluciones en la gastronomía… Más allá de que era bastante divertido trabajar para él, se equivocaba profundamente en algo:
«Lo de ser personas más analíticas o más creativas según se use el hemisferio derecho o izquierdo del cerebro es un mito que ya se está alargando demasiado.»
Nuestro cerebro funciona en base a redes neuronales. Es decir, las neuronas están conectadas entre sí y trabajan en conjunto, sin que haya una tarea concreta para cada una. Con la experiencia, las neuronas van creando y reforzando ciertas conexiones para «aprender» algo que se queda fijo en el tejido. Por eso hay determinadas funciones que se encuentran en un hemisferio u otro. Por ejemplo el lenguaje, que predominantemente está en el izquierdo.
A ver.
Fue en 1860 cuando el médico Paul Broca presentó el caso de un paciente que, tras una lesión en el hemisferio izquierdo, había perdido la capacidad de hablar. ¡Eureka! Su trabajo y el de posteriores investigadores confirmaron que la comprensión del lenguaje se situaba en esa parte del cerebro.
¿Qué quiere decir esto?
Se ha visto que esta área (que se le conoce como “área de Broca” y ahora ya sabes el porqué) está más involucrada en el lenguaje. Esto significa que a nivel estadístico, en la mayoría de la gente es ahí donde se sitúa esta función. Pero eso no quiere decir que lo único que haga el área de Broca sea encargarse del lenguaje, ni que éste no se vea representado en otras áreas.
Fue a partir del premio nobel Roger Sperry en 1981, que investigó sobre la lateralización del cerebro, cuando se hizo viral aquello de que quienes usan el cerebro izquierdo son analíticos vrs. cerebro derecho creativo.
En definitiva, este mito (como muchos otros) es un error en la interpretación de los resultados más una difusión masiva.
Operación a cerebro abierto
Para volarte un poquito más la cabeza (jajaja), ¿sabías que hay operaciones en el cerebro que se realizan por momentos con el paciente despierto? Dice el neurocirujano Jesús Martín-Fernández que «a los pacientes hay que operarlos despiertos porque cada uno tiene una configuración totalmente diferente». Es decir, que la organización de tu cerebro depende mucho cómo hayas crecido (incluso dónde lo hayas hecho).
Para no seguir cayendo en mitos y trampas como estos, es aquí: